Brevisima historia de la farmacologia
BREVISIMA HISTORIA DE LA FARMACOLOGIA
Por: Angel Vladimir Ibanez Barzalobre en colaboracion con inFARMATE
Mucho antes de los albores de la civilización ya se usaban
numerosos remedios a partir de hierbas, se escribían farmacopeas y florecía el
negocio de los boticarios, pero no se aplicaba a los tratamientos nada parecido
a un principio científico. Incluso el mismo Robert Boyle, que definió las bases
científicas de la química a mediados del siglo XVII, recomendaba brebajes a
base de gusanos, excrementos, orina y hongos de cráneos de cadáveres como
remedios terapéuticos. La farmacología adquirió mayor impulso cuando los médicos
comprendieron la necesidad de mejorar los resultados de sus intervenciones terapéuticas;
en aquellos tiempos, los médicos eran expertos en observación clínica y el
diagnóstico, pero se desentendían en gran medida del tratamiento. Hasta finales
del siglo XIX, los conocimientos sobre el funcionamiento normal y anormal del
organismo eran muy rudimentarios y no constituían ni siquiera una base
elemental para poder comprender los efectos de los fármacos. En aquella época se
consideraba a las enfermedades y a la muerte como cuestiones casi sagradas.
En sus comienzos, antes de la aparición de la química sintética,
la farmacología se dedicaba exclusivamente al estudio de los efectos de las
sustancias naturales, fundamentalmente extractos de plantas, y algunos
compuestos químicos (principalmente tóxicos), como mercurio y arsénico. Los
primeros farmacólogos centraron su interés en algunos fármacos obtenidos de las
plantas; entre ellos están la quinina, la atropina, la efedrina, la estricnina
y otros.
Uno de los primeros logros de la química consistió en la purificación
de compuestos activos procedentes de plantas. Friedrich Serturner, un joven
boticario alemán, purifico la morfina a partir del opio. En 1847 Rudolf
Buchheim fundó (en su propia casa) en estónia, el primer instituto de farmacología.
En 1858, Virchow propuso la teoría celular. En 1868 se usó por primera vez una
formula estructural para describir un compuesto químico. En 1878, Pasteur descubrió
que las bacterias podían causar enfermedades.
Al comienzo del siglo XX, los nuevos aires de la química sintética
empezaron a revolucionar la industria farmacéutica, empezaron a aparecer nuevos
fármacos sintéticos como los barbitúricos y los anestésicos locales, y la era
de la quimioterapia antimicrobiana comenzó cuando en 1909 Paul Ehrlich descubrió
los compuestos arsenicales para el tratamiento de la sífilis. La farmacología siguió
avanzando cuando Gerhard Domagk descubrió en 1935 las sulfamidas, los primeros antibióticos,
y cuando Chain y Florey desarrollaron la penicilina durante la Segunda Guerra
Mundial, basándose en los trabajos preliminares de Fleming. En este periodo se
descubrieron muchas hormonas, neurotransmisores y mediadores inflamatorios y se
observó que la comunicación química desempeña un papel esencial en casi todos
los mecanismos reguladores de nuestro organismo. Fue hasta el siglo XX que cada
fármaco que aparecía representaba un nuevo desafío para los farmacólogos y fue
entonces cuando la farmacología alcanzó verdaderamente su identidad y estatus
entre las ciencias biomédicas.
Etimológicamente la farmacología es la ciencia de las drogas
(Griego pharmakos, medicina o droga;
y logos, estudio). Actualmente su uso
se ha limitado al estudio de los efectos de las drogas. La farmacología se ha
definido como una ciencia experimental cuyo propósito de estudio es el efecto en
los organismos vivientes por substancias químicas, ya se de uso terapéutico o
no. A partir de los años ochenta, la biotecnología se convirtió en una fuente
importante de nuevos agentes terapéuticos en forma de anticuerpos, enzimas y
distintas proteínas reguladoras, como hormonas, factores de crecimiento y
citosinas. Aunque estos biofarmacos suelen obtenerse por ingeniería genética y
no por síntesis química, los principios farmacológicos son esencialmente los
mismos. La farmacología no tiene unos límites claramente definidos ni
constantes. Como corresponde a los pragmatistas, sus partidarios están siempre
dispuestos a inmiscuirse en el terreno y técnica de otras disciplinas como la biotecnología.
Asi pues vemos en el nuevo siglo nuevas áreas de estudio para la farmacología,
como la fármaco-genética, fármaco-genómica, fármaco-epidemiologia y la fármaco-economía.
La farmacología vio su surgimiento con el deseo incoercible
de los seres humanos por mejorar o suprimir el daño y la enfermedad. Hundiendo
sus raíces y fundamentándose en bases cada vez más sólidas en el
conocimiento científico y dejando atrás la ilusión de que nos enfermamos debido
a que una fuerza divina no está castigando o probando. Dándole a la humanidad
un regalo preciado, el regalo de la superación. Ahora y gracias a la lucha de
los grandes nombres en la farmacología, podemos ser dueños de nuestro destino,
combatir la muerte, la enfermedad y ver con esperanza el rumbo de la vida
humana.
Comentarios
Publicar un comentario