Intoxicación por metales

Los metales son, probablemente, las toxinas más antiguas conocidas por el hombre. El uso de plomo puede haber comenzado antes de 2000 a.C, cuando abundantes suministros fueron obtenidos a partir de minerales como un subproducto de la fundición de plata. Hipócrates realizó en el año 370 a. C. la primera descripción de un cólico abdominal en un hombre que extraía metales. Así también, el arsénico y el mercurio son citados por Teofrasto de Erebus (370-287 aC) y Plinio el Viejo (23-79 d. C). La exposición a metales se puede dar tanto en el campo laboral como a partir de agua, alimentos o el ambiente contaminado. Los factores que influyen en la toxicidad de los metales son las interacciones con los metales esenciales, la formación de complejos metal - proteína, la forma o especie química en la que se encuentra el metal, la edad y etapa de desarrollo del hospedero así como su estado inmune y su estilo de vida. Los metales pueden afectar el sistema nervioso central y periférico, el sistema gastrointestinal, el sistema circulatorio, renal y también pueden ser cancerígenos.
El tratamiento por intoxicación con metales se basa en el uso de sustancias quelantes que se unen al metal formado moléculas complejas, atóxicas y excretables. Entre los principales agentes quelantes se encuentran BAL (British Anti-Lewisite o dimercaprol), DMPS (ácido 2,3-dimercapto-1- propanosulfonico), DMSA (ácido meso-2,3-dimercatosuccínico o Succimer), EDTA, Penicilamina (β,β-dimetilcisteína) y Desferoxamina.

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Número 31, Diciembre 2013.

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