Victoria Inducida

Salud. Deporte. Hoy en día parecen ser sinónimos, hay muchas formas de conseguir una vida saludable, y las cosas se facilitan cuando existe alguna actividad física en nuestro existir. Así como algunos pueden ver al ejercicio como un accesorio en la vida cotidiana, hay otras personas que no sólo basan sus días y noches en alguna disciplina deportiva, sino que además rompen las barreras de lo existente en aquel deporte que practiquen. Desde niños tenemos la necesidad de romper marcas, sea por llegar primero a la tiendita, brincar más lejos y así como estos hay infinidad de juegos que nuestras madres llegaron a odiar por la suciedad con la que regresaban nuestros pantalones de la escuela. Si uno tiene suerte, ese mismo espíritu de competición nunca nos dejará, nos brindará amigos, enemigos, decepciones, felicidad, dolores, amores, etc. Pero no debemos de olvidar que el éxito, aún con medallas y trofeos, puede convertirse en fracaso. Existe una fina capa de cristal que divide a los meritos propios del dopaje, y aunque llevamos años (tal vez siglos), rompiendo aquella fina capa de cristal, es ahora que la victoria “inducida” se ha convertido en una forma de vivir para aquellos que buscan el éxito sin importar las consecuencias morales y físicas que con el éxito puedan llegar.

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Número 17, Ene-Feb 2008, Año 3.

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